En 2004, la NASA logró que su robot explorador no tripulado Opportunity aterrizase en Marte. Poco después, comenzó a enviar una gran cantidad de datos científicos de enorme valor sobre el planeta.
También en 2004, en la pequeña aldea de Mankani, en la región india de Gujarat, murió un dedicado agricultor dejando una viuda y dos hijos pequeños. Esa viuda era Renuka Ben Patel. Gujarat es una región conocida por tener una tierra poco apta para la práctica agrícola. Es rocosa, y tanto el suelo como el agua tienen grandes concentraciones de sal. La vida para los agricultores de Gujarat no es fácil, y más aún para una viuda con hijos pequeños a los que debe alimentar, educar y vestir.
Además de las condiciones ambientales poco favorables, Renuka apenas pudo recibir una educación básica y carecía de trabajo. Convivía con un suegro con mala salud y su hermano. Nadie más podía ayudarla. Así, se presentaban dos opciones difíciles: alejar a sus hijos de todo lo que conocían y mudarse a una ciudad donde pudiera encontrar algún trabajo doméstico mal remunerado, o trabajar las 3.4 hectáreas de su marido, donde él sembraba plátanos, maíz y otros cultivos.
Finalmente, eligió quedarse y luchar para sacar adelante sus tierras. Fue su suegro quién le enseñó cómo hacerlo. Con su ayuda, se hizo cargo de la granja y de su casa al tiempo que sacaba adelante a sus dos hijos. Después de algunos años de dificultades, cosechas escasas y una carga de trabajo cada vez mayor, Renuka escuchó hablar de la irrigación por goteo, un nuevo método desarrollado por Netafim, una de las empresas del grupo Orbia.
«Ser nueva en el oficio y tener que enfrentar las responsabilidades domésticas y agrícolas hacía que el uso de los métodos de irrigación convencionales resultase casi imposible. Poco a poco fui aprendiendo cada vez más sobre el trabajo agrícola y, con la ayuda de mi suegro y mi hermano, aposté por la irrigación por goteo».
La irrigación por goteo transforma vidas
El cambio fue rápido. Antes luchaba por mantener una gran cantidad de cultivos para ganarse la vida razonablemente, pero Renuka empezó a notar los resultados casi de manera instantánea. En esa primera temporada se produjo un aumento significativo de los cultivos de buena calidad y, lo que es más importante, un incremento sustancial de los ingresos. Aún debían dedicar muchas horas y el trabajo era todavía duro, pero la mejora en los resultados indicaba que era posible disfrutar de una vida mejor.
En 2019 Renuka puede decir que su vida ha mejorado enormemente. Invierte el aumento de sus ingresos en el futuro de sus hijos. Ahora ya puede permitirse llevarlos a buenas escuelas. Incluso pudo enviar a su hijo mayor a estudiar a Canadá e invertir en la pasión del menor por la ciencia. Aunque la agricultura sigue siendo un trabajo exigente, ahora dispone de un sistema de irrigación que demuestra que cultivar más con menos no es solo un eslogan empresarial, sino una realidad palpable.
«Mi vida es mucho mejor ahora. Aunque el nivel de agua en el pozo sea bajo, la irrigación por goteo me permite seguir teniendo buenas cosechas. Me permite salvar la cosecha de plátanos. Han pasado siete años desde que empecé a utilizar la irrigación por goteo y tengo intención de ampliar su uso a toda la tierra que cultivo».
Lanzar un robot a Marte y que nos envíe datos aquí, a 140 millones de kilómetros de distancia, puede transformar nuestras vidas. Sin embargo, a veces los grandes cambios en nuestra vida pueden ocurrir de una manera más sencilla.