En la cultura judía, la frase Tikkun Olam, o «reparar el mundo», es una responsabilidad de hacer el bien, de actuar de manera constructiva y beneficiosa. Este es un buen punto de partida para compartir la historia de Naty Barak, desde su pasado como agricultor en un kibutz israelí, hasta su presente como embajador de Orbia en el proceso de incorporación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Nacido en 1944 y después de haber vivido la creación del Estado de Israel cuando era tan solo un niño, Naty creció en la ciudad de Haifa. Desde la temprana edad de 20 años, vivió en un kibutz. Ese fue el primer contacto que tuvo con el sector agrícola, como agricultor, cultivando algodón, remolacha azucarera, papas y pimientos. A Naty le encantó la conexión con la naturaleza y aprendió que cuando los recursos naturales se tratan con cuidado, te recompensan con grandes cosechas.
Después de completar su servicio nacional obligatorio, Naty se unió a un grupo de 100 hombres y mujeres, compañeros del kibutz, que compartían una visión común. Esta consistía en convertir un innovador sistema de irrigación que utilizaba la menor cantidad de agua posible para obtener más y mejores resultados en un próspero negocio. Crearon una empresa llamada Netafim cimentada sobre la clara determinación de «cultivar más con menos»: menos agua, menos energía y menos contaminación. Esta perspectiva suponía una respuesta a los desafíos de Israel, donde el agua es escasa, pero se expandió rápidamente a nivel mundial para hacer frente a uno de los mayores problemas a los que se enfrentaba todo el planeta.
A lo largo de su vida en Netafim, Naty desempeñó múltiples funciones en diferentes áreas del negocio, incluido director de marketing, vicepresidente senior de Netafim USA y presidente de Netafim Sudáfrica.
«Como joven idealista creía en compartir, en vivir una vida definida por el principio de “a cada uno según sus necesidades, de cada uno según sus capacidades”».
- Naty Barak
Tal vez debido a su pasión por el modo de vida de los kibutz y por «reparar el mundo», Naty ha desarrollado un amor por la naturaleza y un fuerte sentido de comunidad. Una pasión que ha guiado tanto su carrera como su estilo de vida. Cuando asumió el papel de director de sustentabilidad en Netafim en 2005, la transición le resultó muy sencilla.
Para Netafim, la sustentabilidad no era simplemente una palabra de moda en el mercado; era una parte esencial del negocio, inherente a sus productos y ofertas. Naty ha estado trabajando activamente para aumentar la sensibilización y la acción y lograr que Netafim haga del mundo un lugar mejor.
Gracias a esos esfuerzos, Naty de repente se vio en 2015 asistiendo a la Asamblea General de las Naciones Unidas, cuando los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fueron adoptados por todos los países miembros. El impacto de las actividades de Netafim resulta de vital importancia para muchos de los ODS. La irrigación por goteo conduce directamente a una mayor seguridad alimentaria, a mejores medios de vida, al empoderamiento de las mujeres, a la conservación del agua y a un menor desperdicio de recursos de gran valor. Indirectamente, la irrigación por goteo contribuye a transformar positivamente la vida de las personas.
Hasta 2019, Naty y sus compañeros han ayudado a más de dos millones de agricultores de todo el mundo a regar más de 10 millones de hectáreas de tierra.
«Este objetivo de Administración Sostenible del Agua es muy importante para mí porque 660 millones de personas hoy en día todavía no tienen acceso a agua potable limpia. El 40% de la población mundial no tiene suficiente agua. Cada día, 1,000 niños en todo el mundo mueren por falta de agua limpia o de saneamiento y todas estas muertes se pueden evitar. Las cosas no tienen por qué ser así y, por ello, es nuestra obligación esforzarnos al máximo para resolver en todo el mundo los problemas relativos al agua».
- Naty Barak
En 2019, a la edad de 75 años, Naty decidió que quería que los efectos de su labor trascendieran el ámbito de la irrigación. De este modo, cuando Orbia adquirió una participación del 80% en Netafim, ello supuso una gran oportunidad para hacer que el equipo de sustentabilidad de Orbia partícipe de la lucha por mejorar a vida en el planeta y poner su granito de arena para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, afrontando los retos más complejos del planeta.