Una nueva estrategia para el agua: un hombre con una misión

by Zena Berakat | sep. 05, 2019

Un vaso de agua fría. Una ducha con agua caliente. Una olla con agua para cocinar.

Muchos de los habitantes de las mayores urbes del mundo dan por sentado el acceso al agua potable. Tan solo tienen que abrir un grifo para disponer de agua al instante. Sin embargo, el agua limpia es un bien cada vez más escaso y de difícil acceso. Un tercio de la población mundial no dispone de agua potable y el problema no hace sino empeorar. *

A medida que las temperaturas de la Tierra aumentan, diversos fenómenos climáticos extremos, como las inundaciones y las sequías, son cada vez más frecuentes. Además, la población mundial está creciendo más rápido que el abastecimiento de agua.

Juan Carlos Daza Sáchica está siempre pendiente del agua. Es el responsable de supervisar la administración del agua, la reparación de tuberías y las tuberías de fibra de vidrio (GRP) para Wavin Pavco, empresa perteneciente al grupo Orbia. Se ha desempeñado profesionalmente como ingeniero en la industria del agua durante más de 15 años.

Juan vive con su familia en Bogotá, Colombia. Esta ciudad de casi 11 millones de habitantes obtiene la mayor parte del agua que consume de un embalse situado en el Parque Nacional Natural de Chingaza, en los Andes. Muchas personas en Bogotá creen que la escasez de agua no supone un problema para la ciudad en la que viven.

Juan, pese a trabajar en el sector del agua, tampoco ha sido ajeno a esta percepción. «Durante muchos años creí que mi ciudad tenía gran abundancia de agua y que el suministro estaba asegurado por mucho tiempo, pero ahora conozco mejor la situación. Ahora sé que la escasez de agua será un enorme problema para mis hijos».

Para cambiar de opinión, Juan solo tuvo que hacer un viaje a Chingaza. Ahora aborda su trabajo con un nuevo sentido de urgencia y determinación.

Estudiando el futuro del agua

Juan forma parte del equipo de Orbia Lighthouse de Orbia que está estudiando el futuro del agua en todas sus formas, desde el agua potable hasta las aguas pluviales, pasando por el saneamiento.

 

Orbia Lighthouse nace de la colaboración entre Orbia y la empresa de innovación IDEO. Este laboratorio se creó para crear y poner en marcha nuevas empresas que tengan como objetivo abordar algunos de los desafíos más difíciles del mundo, aprovechando la experiencia de Orbia en ingeniería, materiales y fabricación, así como el conocimiento de IDEO en el diseño de soluciones con un enfoque humanista.

Su equipo está dispuesto a afrontar el desafío hablando directamente con las personas que sufren la escasez de agua de primera mano: empleados de servicios de aguas, trabajadores de la construcción, consultores, propietarios de negocios y activistas por el derecho al agua.

Ese es el motivo que llevó a Juan a visitar Chingaza, la principal fuente de agua de Bogotá, y una zona de acceso restringido.

El cielo en la Tierra

Chingaza es uno de los ecosistemas acuáticos más impresionantes del mundo. Para Juan y su equipo, manejar hasta allá fue como un sueño hecho realidad. Mientras ascendían las montañas, una densa niebla los envolvía como una manta. Después de una hora, salieron de entre las nubes para toparse con un hermoso paisaje verde de colinas onduladas tapizadas de plantas tropicales. En un momento dado, Juan logró ver un cóndor andino, una rara especie de ave de impresionante envergadura y con significado mitológico para los colombianos. La experiencia fue tremendamente espiritual para él.

Debido a su inusual combinación de gran altitud y clima tropical, la región de Chingaza es un colector natural de agua subterránea gracias a sus plantas exóticas, de tal manera que esta agua requiere un tratamiento mínimo antes de que llegue a la ciudad.

En el ecosistema de los páramos de Chingaza vive el frailejón (espeletia), una especie que actúa como esponja, recolectando, filtrando y liberando lentamente el agua que se distribuye a Bogotá. Los ecologistas creen que para 2050 el cambio climático podría haber destruido este ecosistema único, lo que incluye el frailejón.

En el embalse, Juan se reunió con un ingeniero del servicio de aguas que ha trabajado en la región durante casi una década. Este le confesó que a menudo se despertaba en medio de la noche con un sudor frío, estresado por el problema de la escasez de agua.

«Veo que los niveles de agua bajan año tras año», le dijo a Juan. «Tenemos que hacer algo inmediatamente. En realidad, deberíamos haber empezado a trabajar en esto hace años». El empleado de la empresa de servicios públicos está siendo testigo de la gestación de una crisis que es literalmente invisible para los residentes de Bogotá, quienes con toda tranquilidad continúan abriendo sus grifos y disfrutando de un suministro constante y confiable de agua limpia.

Aunque los residentes de Bogotá han reducido su consumo individual de agua en un 40% en los últimos 20 años, la población de la ciudad está creciendo, especialmente con la reciente afluencia de inmigrantes de Venezuela. Y ello traerá consigo escasez de agua. Los trabajadores de la empresa municipal de agua son conscientes de esta crisis y quieren que los ciudadanos de Bogotá estén informados. De hecho, el ingeniero con el que se reunió Juan le rogó que corriera la voz.

Los niveles de agua se están reduciendo rápidamente.

Después de un día de visita a la región y de hablar con los trabajadores del servicio de aguas, Juan estaba descorazonado, pero también lleno de energía. «Soy una parte activa del problema y, al mismo tiempo, de la solución».

Mientras su equipo salía de Chingaza, descendía a través de la niebla y regresaba a las luces de la ciudad, empezó a ver las cosas de manera diferente. Hablar directamente con los trabajadores del servicio de aguas sobre sus desafíos diarios le había proporcionado una nueva perspectiva. «Es estimulante ver la cantidad de información e ideas que se puede obtener al hablar directamente con nuestros clientes».

El enfoque de Orbia Lighthouse de hablar con quienes están más cerca de los problemas permite a nuestros colaboradores percibir los enormes desafíos sistémicos a través de los ojos de las personas que los experimentan de primera mano. Actualmente Juan está trabajando en el desarrollo de soluciones que tengan eco en las personas que conoció en esa visita y les brinden ayuda.

De ese modo, su visión de la crisis del agua pasó de ser teórica a personal: «El futuro del agua es un problema que nos atañe a todos. Como ciudadanos, colaboradores y empresa, Orbia debe hacer la labor que le toca. Para todos, ha llegado el momento de actuar».

*Fuente: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000367306

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